¿Te has preguntado alguna vez por qué a tu bebé le cuesta dormir? Conciliar el sueño es un problema que en algún momento nos ha afectado a todos, incluidos a los más pequeños. Pero ¿Qué problemas hay detrás? ¿Cómo puedo evitarlo? En muchas ocasiones un mal equilibrio entre sueño y vigilia puede ser el origen del problema, aunque no es el único. Lo mejor para prevenir problemas de sueño y conseguir que un bebé se duerma es crear una rutina. Pero ten en cuenta que los equipos de descanso también pueden afectar al sueño del bebé, siendo necesario encontrar un colchón de cuna y, en algunos casos, una almohada infantil adaptada a sus necesidades.
¿Por qué mi bebé le cuesta dormirse?
Por lo general, los recién nacidos suelen dormir entre 14 y 17 horas al día, pero esto no quiere decir que duerman ese cúmulo de horas del tirón, pues, por ejemplo, dentro de esas horas se incluyen tramos como la siesta. No es hasta los 6 meses cuando empiezan a dormir ratos más prolongados de una vez. Asique, si tu bebé aún no ha llegado a esa edad, es posible que te parezca que le cuesta dormir.
Aun así, hay diferentes motivos que pueden hace que tu bebé no sea capad de conciliar el sueño, o incluso se despierte de su rutina de sueño. Esto se debe a que no saben cómo hacerlo por ellos mismos. Cuando se levantan tan repentinamente buscan la cercanía con sus padres, por lo que permanece cerca, para que cuando esto ocurra no se altere demasiado y no te sea difícil volver a dormirlo.
Otro motivo bastante común es el hambre, cuando un bebé tiene hambre no será capaz de dormir con facilidad. Por otro lado, también es común que bebés de entre 6 o 9 meses sientan la incomodidad generada por la salida de los primeros dientes, lo que también alterará el sueño de los bebés.
¿Cómo deben dormir los bebés?
Los expertos recomiendan que los bebés duerman siempre boca arriba, sobre un colchón firme y sin almohadas ni objetos sueltos en la cuna. Esta posición reduce significativamente el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Algunos consejos clave para garantizar un sueño seguro son:
- Colocar siempre al bebé boca arriba, tanto en las siestas como en la noche.
- Utilizar un colchón firme y sin inclinaciones. Evita superficies blandas, cojines o nidos que puedan aumentar el riesgo de asfixia.
- No usar almohadas antes de los 2 años y evitar peluches o juguetes dentro de la cuna.
- Vestir al bebé con ropa adecuada en lugar de usar mantas sueltas. Los sacos de dormir son una excelente opción para mantenerlos abrigados sin riesgos.
- Evitar el colecho en la misma cama. En su lugar, se recomienda que el bebé duerma en su cuna dentro de la misma habitación de los padres durante los primeros 6 meses.
- Mantener una temperatura ambiente entre 20-22°C, asegurando que el bebé no pase ni frío ni calor.
Siguiendo estas recomendaciones, no solo ayudarás a que tu bebé duerma mejor, sino que también garantizarás su seguridad durante el descanso.
Como sabemos que cuando no somos capaces de dormir a nuestro bebé, o nos despierta durante la noche, es complicado volver a dormirnos, aquí os dejamos algunos consejos para que tu bebé concilie el sueño mucho mas fácil y permanezca dormido por más tiempo:
1. Crea una rutina.
Este es el aspecto mas básico que debes tener en cuenta para que a tu hijo no le cueste tanto dormir por la noche ni despertarse por las mañanas. Establece un horario inamovible donde el bebé se duerma y se levante siempre a la misma hora. Esto hará que su cuerpo se acostumbre a un horario, y llegada la hora de dormir, conciliará el sueño con muchísima facilidad. Esto también hará que tú como padre o madre descanses mejor y puedas encontrar un hueco del día o la noche para hacer lo que no puedes hacer si estas cuidando de tu bebé.
2. Mantenlo activo durante el día.
Sé que seguir el ritmo de un niño es agotador, pero tenemos que mantenerlo activo durante el día para que llegue cansado a la noche. Haz que juegue, se ría, ande y corra si ya sabe. Cogerá la cama con mucho gusto al final del día.
3. No acudas cada vez que llora.
Sé que es difícil, como padre te ves con la obligación de atender a tu hijo cada vez que llora, pero es un completo error. Si le prestamos una excesiva atención durante la noche, le costará dormirse y sus llantos irán a más. Sabe que de esta manera conseguirá que sus padres le den cariño y no conseguirá dormirse.
4. No le dejes dormir siestas demasiado largas.
No hay cosa más bonita que un bebé dormidito. Se nos cae la baba verlo tan tranquilo y somos incapaces de despertarlos, aunque el niño lleve durmiendo toda la tarde. Recuerda que todo lo que duerma durante el día, no lo dormirá durante la noche. Déjalo dormir una siesta limitada, que irá en función a la edad del bebé. Si no lo tienes muy claro, consúltalo con tu pediatra.
5. No le des de comer justo antes de dormir.
Si acostumbramos a darles una toma justo antes de dormir, el bebé asociará la comida con el sueño. Por lo tanto, si se desvela por la noche, seguramente querrá volver a tomar para dormirse de nuevo.
6. No lo metas en tu cama.
Este es un error típico de padres primerizos. No queremos separarnos del niño y él tampoco de nosotros. ¿Qué hacemos?, pues meterlo con nosotros en nuestra cama. El bebé se acostumbrará a dormir con sus padres y cuando queramos pasarlos a su cuna o a la cama nos será imposible. No se emancipará de casa hasta los 35 y seguirá durmiendo en la cama de sus padres.
Además, es una práctica muy peligrosa que desaconsejan todos los médicos. Durante la noche nosotros también nos movemos de forma inconsciente, damos vueltas en la cama y podemos hacer daño al bebé.
7. No lo acostumbres a dormirse siempre en brazos.
Asociará los brazos de sus padres con el sueño y no habrá manera de dormirlo si nos es meciéndolo o acunándolo en brazos. Debemos acostumbrarlo a dormirlo en su cuna, y que asocie el colchón con el sueño. Además, en los primeros meses acunarlo en brazos te parecerá fácil porque no pesa demasiado, pero a medida que vaya creciendo acabarás con dolor en los brazos y en la espalda.
8. Ten en cuenta la temperatura.
Muchos bromean diciendo que los niños tienen siempre el doble de frío que los padres y el triple que los abuelos. Nos empeñamos en abrigar al bebé al máximo para que no pase nada de frío por la noche y le ponemos mantas y mantas. Puede que abriguemos demasiado al niño por la noche, que pase calor y no sea capaz de dormir o se levante sudando. Debemos adecuar su ropa de cuna como hacemos nosotros con nuestra ropa de cama en función de la temperatura y la época del año.
9. Un cuento antes de dormir.
Para niños algo más mayores, leer un cuento antes de dormir puede tener muchos beneficios. La lectura aumenta la imaginación, la comprensión lectora, el razonamiento y la memoria. Elige un cuento con final feliz que le deje tranquilo y relajado para que concilie el sueño rápidamente y despeje su mente.
10. Ten en cuenta su higiene.
Todos los bebés hacen sus necesidades durante la noche y el pañal mojado puede molestarles y hacer que se despierten. Ponle un pañal limpio siempre antes de dormir, usa cremas específicas para hidratar las posibles rojeces que haya podido causar el pañal o irritaciones por la orina. Debemos mantener siempre su ropa de cama y el colchón limpio de posibles “fugas nocturnas”.
11. Elige equipos de descanso adecuados.
Es muy importante contar con la cama adecuada cuando necesitas dormir, ya que ésta te ayudará a dormir mejor. Lo mismo ocurre con los bebés, elegir la cuna y el colchón adecuados puede ayudarles a mejorar su descanso. En dormitorum ofrecemos una selección de colchones infantiles entre los que elegir, lo idóneo es optar por un modelo firme, que brinde el soporte necesario y reduzca el riesgo de asfixia. Además, debe estar fabricado con materiales hipoalergénicos y transpirables, permitiendo una correcta circulación del aire y evitando alergias o problemas respiratorios.
Además, es importante recordar que las almohadas no están recomendadas para bebés menores de 2 años, ya que pueden aumentar el riesgo de asfixia y afectar la postura natural de su cuello y espalda. A partir de los 2 años, se pueden introducir almohadas infantiles diseñadas específicamente para su edad, con una altura y firmeza adecuadas para garantizar una correcta alineación cervical.
Ser padre o madre es toda una aventura, que a veces se complica por las noches. Por ello, debemos adaptar las necesidades del sueño de nuestro bebé dándole la mejor comodidad con un colchón de calidad con la firmeza adecuada.
Espero que os haya gustado este post sobre por qué a mi bebé le cuesta dormirse. No dudéis en publicar un comentario aquí abajo si tenéis alguna sugerencia, o alguna duda que os quite el sueño.
Yo también he alucinado con semejantes patrañas. A un bebé hay que atenderle siempre cuando llora – es su única forma de comunicación (especialmente cuando no hablan) y no lo hacen por fastidiar a los padres. Puede que el niño se encuentre mal y llore por ese motivo, ¿cómo lo sabremos si no acudimos a él cuando llora?
Hola Ainhona, lo mejor es usar el sentido común y por supuesto que hay que atender al bebe, a lo que se refiere el artículo es saber entender esa comunicación y distinguir un llanto de llamada de atención a un llanto de otro tipo. Por supuesto dejar llorar al bebé por largo tiempo le hace sentir solo e inseguro y no es de ese llanto del que hablamos
Una barbaridad.Tengo una amiga a la que le dieron ese consejo de no acudir cada vez que su bebé lloraba,lo siguió,y ahora se maldice por haberlo hecho pues su hijo tiene autismo.De ahí la alta demanda.Quien aconseja no acudir al llanto de su bebé debe tener algún trauma.Ah!!Por cierto!!Yo también hago colecho con mi tercera hija,con las otras dos no lo hice,así que de error de primerizos nada!!Cuando aprendamos que los bebés no son robots y que a cada uno le funciona una cosa distinta,nos irá mejor..
Hola Flor! Nosotros somos expertos en sistemas de descanso, cualquier consejo que podemos dar sobre estos temas es meramente orientativo. Si tu bebé está descansando en un colchón adaptado a su edad y tiene problemas de sueño, tal vez deberías consultarlo con un profesional. Un saludo 🙂