Las camas sin cabecero pueden vestir la habitación tanto o más que las que sí lo incluyen. La cama es el foco más importante de la habitación, y eres tú el que decide qué partes debe tener y cuáles no. A pesar de que estamos acostumbrados a ver las camas de matrimonio siempre con cabecero, no es un elemento necesario, como sí lo son el colchón y la base. Además al no incluirlos puedes conseguir una buena cama y de calidad a un menor precio. Pero si aún así eres un clásico y quieres encontrar un cabecero que se adapte al estilo de tu habitación pásate por nuestra categoría:
Si eres de los que quiere probar con esta tendencia de camas sin cabeceros aquí te presentamos algunas ideas para que encuentres inspiración.
Camas sin cabeceros al puro estilo minimalista
La corriente artística minimalista llega hasta la decoración de interiores y, atendiendo a su filosofía de decorar con menos, el cabecero sobra. El minimalismo se enfoca en lo funcional y reduce la decoración a su mínima expresión, aprovechando todo el espacio de una estancia pero a la vez que quede todo despejado y en orden, funcional.
Sácale partido a la pared
Una cama sin el cabecero permitirá dar más protagonismo a la pared del dormitorio, con la que podrás jugar. Puedes pintar la pared de un color diferente al resto de la habitación, hacer un dibujo abstracto, o pegar un papel pintado que te ayude a crear la habitación perfecta. También puedes jugar con el relieve y colocar cuadros o incluso espejos.
Pinta la pared del cabecero
Si prefieres una solución rápida y creativa, pintar la pared del cabecero puede ser una opción ideal. Puedes optar por un solo color para darle un toque elegante y sencillo o atreverte con patrones y formas geométricas que añadan dinamismo y estilo a la habitación. El uso de líneas, colores contrastantes o degradados puede transformar por completo el ambiente y darle personalidad sin necesidad de un cabecero. Esto permite que la pared juegue un papel decorativo principal y mantenga la coherencia visual de la estancia.
Deja el material de la pared “al descubierto”
Si tu pared está construida con materiales como ladrillo, cemento o piedra, ¡déjalos al descubierto! Aprovecha ese aspecto rústico y natural para darle un carácter único a la habitación. Las paredes de ladrillo visto o cemento sin tratar están muy de moda en decoraciones tipo industrial o bohemia. Si no cuentas con este tipo de paredes, existen paneles en relieve o pinturas que imitan estos materiales para recrear el mismo efecto. Dejar la pared “al desnudo” aporta un toque artístico y alternativo que convierte la pared en el centro de atención sin necesidad de un cabecero.
Añade molduras a la pared
Una forma de aportar elegancia y carácter a la pared del cabecero es mediante molduras decorativas. Estos detalles arquitectónicos añaden profundidad y un toque clásico o moderno según el diseño que elijas. Puedes optar por molduras sencillas en colores neutros o atreverte a pintarlas en un tono diferente al del resto de la pared para crear un contraste visual atractivo. Las molduras no solo aportan textura, sino que también pueden resaltar la estructura de la habitación y darle un toque más sofisticado sin complicaciones.
Apuesta por el panelado
El panelado es otra técnica decorativa que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Incorporar paneles en la pared donde normalmente iría el cabecero es una manera moderna y versátil de darle vida al dormitorio. Los paneles pueden ser de madera, PVC o incluso textiles, dependiendo del estilo que busques. Jugar con la disposición de los paneles y combinarlos con colores o texturas puede crear un diseño muy personal y único.
Camas estilo tatami japonés
Si te gusta el estilo japonés, con camas muy bajas o a ras del suelo, evita colocar un cabecero. Con camas de poca altura el cabecero no queda del todo bien ya que romperá la armonía visual al no estar compensado.
Cambia el punto focal
Como hemos dicho, las camas suelen ser siempre las protagonistas de las habitaciones, pero si quieres cambiar el punto focal a otra parte de la habitación debes convertir a tu cama en un elemento neutro, y omitir el cabecero te ayudará en esta tarea. Evita también agregar muchos colores llamativos en la ropa de cama, y juega con las diferentes texturas y tonos para que sirvan como complemento de ese punto focal.
Saca partido a la ropa de cama
Tu ropa de cama puede convertirse en el protagonista de la decoración. Jugar con las texturas y colores de las sábanas, colchas y almohadones te ayudará a lograr una cama atractiva y acogedora sin que se extrañe el cabecero. Usa tejidos suaves y colores neutros para un estilo más minimalista, o atrévete con colores y estampados llamativos para un efecto visual impactante. Las capas de ropa de cama también son clave: una manta bien doblada o cojines estratégicamente colocados pueden elevar el aspecto de la cama, haciéndola la estrella de la habitación sin necesidad de un cabecero.
Que fluya la creatividad
Deja volar tu imaginación y sustituye el cabecero de tu cama por otro elemento decorativo, como una estantería, un tapiz o incluso algún objetico con valor sentimental. También puedes aprovechar para colocar una obra de arte o hacerla tu mismo.
Deja que se vea el encanto de tu casa
Si tienes una habitación abuhardillada o algún elemento de la arquitectura que destaque, deja que sea el protagonista y no lo tapes con un cabecero. Usa los elementos únicos y naturales de tu habitación para darle personalidad a tu decoración.
Esta nueva tendencia de dejar el cabecero a un lado para darle más protagonismo a la cama u otro elemento no es la favorita de todo el mundo, y hay muchos estilos modernos donde sí incluyen este elemento, de hecho en dormitorum tenemos varias opciones de cabeceros a elegir en colores diferentes para que encuentres el que mejor encaje en tu decoración.
Si esta tendencia de camas sin cabecero no te convence puede que te interese alguno de estos artículos donde te damos algunos trucos sobre cómo utilizar el cabecero en la decoración de tu habitación.