Pese a que llevan milenios conviviendo con nosotros, el gato se ha domesticado hasta cierto punto. Posiblemente, esa libertad e independencia que siguen demostrando es lo que hace que no podamos resistirnos a su mirada o que caigamos bajo su hechizo cuando deciden recostarse en nuestro regazo.
Pero una criatura tan entrañable puede convertirse en segundos en una amenaza para el sofá de casa o cualquier otro mueble. ¿Por qué los gatos arañan casi todo lo que encuentran a su paso?
Si están en la situación de que tu gato no deja lugar libre de arañazos has llegado al lugar correcto porque hoy te traemos algunos trucos para saber cómo evitar que el gato arañe el sofá, pero antes tendremos que entender por qué el gato hace esto.
¿Por qué arañan los gatos?
Hay varios motivos por los que los gatos arañan:
- En primer lugar, con ello consiguen eliminar los tejidos muertos de sus garras y afilarlas para mantenerlas en perfecto estado por si necesitan cazar.
- Un segundo motivo es que con ello consiguen marcar su territorio y avisar a otros gatos de su presencia.
- Por último, un gato araña para estirar los músculos y liberar estrés.
No le puedes culpar, no lo hace por maldad, va en su instinto y es complicado que dejen de hacerlo, aunque hay algún truco que queremos compartir contigo para que tu nuevo sofá no se convierta en la base de arañazos de tu peludo.
Soluciones para evitar que el gato arañe el sofá
Vamos a desglosar una por una todas las soluciones que tienes a tu alcance para que el gato se olvide del sofá y concentre su energía en otros lugares más aconsejables.
1. Rascadores
Son la mejor solución y la más clásica. Ahora bien, los gatos los suelen ignorar y prefieren irse directos al sofá que prestar algo de atención a ese rascador que has comprado con toda la esperanza del mundo.
Para que esto no pase, debes buscar rascadores que sean parecidos a los muebles que arañan. Procura que sean estables y no se muevan, y es que lo contrario hará que el gato ignore por completo el rascador.
Te aconsejamos también que tengas más de un rascador, así el gato tendrá suficientes opciones para entretenerse. Si aun teniendo muchos rascadores entre los que elegir el gato sigue prefiriendo tu sofá, coloca algún rascador en la parte del sofá que suela rascar.
Además, existen esencias que atraen a los gatos hacia un objeto, como es el caso del catnip, así que no dudes en emplearlas en el nuevo rascador. De esta forma estarás educando al gato para que poco a poco vaya prefiriendo el rascador al sofá.
2. Limitar el acceso al sofá
También puedes convertir el sofá en una zona prohibida y poco interesante para un gato. ¿Cómo? Por ejemplo, cubriéndolo con una sábana o cualquier otra tela, ya que esta se moverá y no le dará al gato toda la satisfacción que busca.
Existen algunas telas que a los gatos no les gustan nada. El terciopelo, la gamuza, el cuero natural o la felpa son tejidos que los gatos suelen evitar. Aprovecha para crear una funda para el sofá o incluso recorta un trozo de alguna de estas telas para colocarlas en lugares estratégicos.
Si quieres saber más sobre este truco te invitamos a que te pases por esta entrada sobre cómo proteger las esquinas de un sofá.
Otra forma de limitar el paso al felino es colocar estanterías u otro tipo de muebles del estilo en los lugares donde suela rascar. También puedes ayudarte de cintas adhesivas de doble cara. Colócalas sobre la zona preferida de ensañamiento de tu gato y la próxima vez que lo intente se encontrará con esta pequeña trampa. no volverá a acercarse a ese lugar.
3. Repelentes “anti gatos”
También puedes comprar aerosoles repelentes. En la mayoría de los casos, tú no los olerás, pero tu gato no querrá ni acercarse al lugar del que emana la fragancia, por lo que conseguirás que el minino se olvide de tu sofá definitivamente.
También puedes fabricarte tu propio repelente de gatos casero. Los gatos, al marcar el territorio dejan una especie de grasilla que les indica que tienen que volver a marcarlo en un tiempo. Haz una mezcla de agua con jabón neutro para lavar la zona, o utiliza un algodón o paño impregnado con alcohol para pasarlo por el lugar donde tu gatito suele rascarse.
Pero ojo, en ningún caso rocíes al minino con este tipo de mezclas y productos, les molestará mucho y perderán la confianza que han cogido contigo.
4. Hierba gatera
Poco se sabe de lo que la hierba gatera hace para que los gatos la amen de una forma tan incondicional. Si no la has probado nunca, te va sorprender, y es que vas a ver a tu felino entrar en una especie de trance místico.
Por ello, tienes que aprovechar el catnip como un arma más. Lo que te aconsejamos es que recubras los rascadores de hierba gatera para que no puedan resistirse al perfume y se olviden del sofá, algo que funciona de una forma increíble.
Si combinas esto con los repelentes de los que antes te hemos hablado, le estarás dando al gato una poderosa señal de cuáles son las mejores zonas de la casa en las que relajarse afilando sus garras.
5. Mantén sus uñas en perfectas condiciones
Como te dijimos antes, uno de los motivos por los que los gatos arañan el sofá y otros muebles es para eliminar los tejidos muertos de sus uñas y tener así sus garras siempre preparadas por si hay que salir de caza.
Entonces, ¿por qué no te adelantas al problema y cuidas las garras de tu mascota? En cualquier tienda de animales venden tijeras especialmente diseñadas para las uñas de los gatos. Debes fijarte bien en las garras porque tienen en su interior una pequeña vena que podrías dañar causando un poco de dolor al animal y algo de sangrado.
Si no te sientes lo suficientemente seguro como para cortar tú mismo las uñas al gato, entonces puedes hacerle una visita a cualquier veterinario e incluso pedirle que te enseñe para hacerlo después en casa como todo un profesional.
6. Ambiente libre de estrés
Los gatos se estresan, tienen ansiedad y se ponen nerviosos a la mínima. Es entonces cuando arañan más, muerden y se vuelven un poco locos. Por ello, lo mejor es que tu gato tenga un ambiente libre de estrés.
Evita todos los ruidos demasiado molestos, no juegues con el gato de forma brusca y crea en casa pequeños refugios para que tu felino pueda esconderse y tranquilizarse siempre que quiera, algo que le hará alcanzar la paz que necesita para no arañar tu sofá.
7. Tirar de Réflex
Los gatos odian el réflex. No sabemos exactamente los motivos, pero pocos son los mininos que se acercan a una zona donde se haya vertido un poco de este producto.
Si esto es así, ¿por qué no echar un poco en alguna zona de tu sofá para impedir que el gato se acerque? Te aconsejamos que lo hagas durante poco tiempo hasta que enseñes al gato a usar el rascador, ya que el olor del réflex puede ser demasiado intenso.
8. No le regañes, premia su conducta positiva
Regañar al gato solo funciona en un caso: si lo encuentras en pleno acto de arañar. Si tienes la tentación de regañarle después, no valdrá de nada, ya que no asociará tu enfado con una conducta que no sea la que tenga en ese momento.
La alternativa es premiar la conducta positiva. Por ejemplo, darle una golosina después de usar el rascador. Está demostrado que los gatos funcionan mucho mejor con estímulos positivos que con los negativos. Lo mejor es que utilices juguetes para desviar su atención del mueble o sofá que esté rascando para llevarlo al rascador que quieres que utilice.
¿Cómo hacer un repelente natural para gatos?
Aparte de la mezcla que ya te hemos comentado con agua y jabón y luego pasar alcohol por la zona, también puedes utilizar otros productos fáciles de encontrar en cualquier casa para crearte tu propio repelente natural y que así tu gato no arañe los muebles. Por aquí te dejo tres opciones:
- Prepara una mezcla de jabón líquido y vinagre a partes iguales en un pulverizador y posteriormente rocía en el sofá o sobre cualquier mueble que quieras proteger del gato, el jabón ayudará a que el olor a vinagre permanezca más tiempo sobre la superficie y evitará que el gato se acerque.
- Crea tu propio spray de extracto de romero. En una olla calienta un litro de agua hasta que quede templada y, posteriormente, añade el romero. Luego lo tapas y lo dejas reposar durante uno o dos días, así le das tiempo al agua a que se impregne con los aceites esenciales del romero. Una vez pasado el tiempo puedes rociar esta mezcla en el sofá o zona donde quieres evitar que el gato rasque.
- Utiliza las cáscaras de los cítricos para marcar las zonas donde no quieres que se acerquen los gatos. Si no tienes ninguna zona donde dejar las cáscaaras cerca del sofá puedes colocar una planta en el lugar que suelen rascar más y poner ahí las cáscaras de los limones y naranjas.
Si quieres conocer más remedios caseros de la mano de un veterinario experto por aquí te dejamos un vídeo donde lo explican muy bien:
¿Y si me compro uno nuevo?
Si tu gato ya ha acabado con el sofá y necesitas comprar uno nuevo, en nuestra tienda online podemos ayudarte con increíbles ofertas. Una de las mejores opciones de sofás es el Chaise Longue Nivaria.
Este modelo además de cómodo tiene un plus adicional que te vendrá de perlas si tienes gatos: Es desenfundable. Podrás quitar la funda exterior para lavarla a placer, o incluso para utilizar algunos de los trucos comentados en el apartado anterior. El tapizado está elaborado con tela atimanchas y se puede elegir en varios colores.
Otro plus de este sofá es la distancia que hay entre la base y el suelo. Este sofá tiene un espacio muy pequeño entre que termina el sofá y comienza el suelo, esto impedirá que tu gato se cuele por debajo y pueda dañar la parte no visible del sofá.
Espero que este post te haya servido para saber cómo evitar que los gatos arañen los muebles. Si quieres ver más sofás del estilo echa un vistazo a nuestro catálogo o ponte en contacto con nuestro personal.
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